25 de febrero de 2020

LA RUTA INFINITA



ARGUMENTO   


El 10 de agosto de 1519 partía del sevillano muelle de las Mulas una flota compuesta por cinco naves (la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago) dirigida por el experimentado navegante portugués Fernando de Magallanes, que había tenido el empeño y la tenacidad de hacer realidad su proyecto para buscar un paso entre el Atlántico y el mar del Sur. Tras permanecer cuarenta días en la desembocadura del Guadalquivir, frente a Sanlúcar de Barrameda, salieron a mar abierta.
Tres años después, solo una de ellas, la Victoria, con el velamen destrozado y una menguada tripulación de dieciocho hombres hambrientos y agotados, llegaba al puerto sevillano ante la atónita mirada de una multitud que se apiñaba en el Arenal y llenaba las riberas del Guadalquivir. Al mando de la nao estaba el vasco Juan Sebastián Elcano. Las calamidades y contratiempos sufridos eran incontables, pero habían encontrado un paso para llegar al mar del Sur, a las islas de las Especias, y dado la primera vuelta al mundo...
Calvo Poyato llevará al lector a Lisboa, donde se están construyendo la Torre de Belém y el monasterio de los Jerónimos, y en la cual Magallanes da forma a sus sospechas. También viajará a Sevilla, una ciudad en la que se siguen con pasión los viajes a las Indias, y a la corte de un jovencísimo Carlos I, donde se multiplican las intrigas cortesanas y los intentos de frustrar la expedición que protagonizará la gran aventura de viajar alrededor de la Tierra a través de mares desconocidos y hacer frente a los peligros en tierra firme. Un hecho tan grandioso como poco conocido, en sus más jugosos detalles y secretos, que merece la pena recordar.
En el Quinto Centenario de una de las más grandes gestas de la historia de la humanidad, con su impecable estilo y habitual rigor histórico, Calvo Poyato nos desvela en La Ruta Infinita la historia de esa aventura que fue algo más que la Primera Vuelta al Mundo.

COMENTARIO


Llevaba tiempo con ganas de hincarle el diente a La ruta infinita. Concretamente desde que los Reyes Magos tuvieran a bien concederme el deseo pedido. Pero es que se le habían adelantado un par de libracos y ha tenido que estar almacenando polvo en la estantería durante un tiempo. ¡La espera ha merecido la pena!

A mi entender, Calvo Poyatos es uno de los mejores escritores españoles de novela histórica junto con Posteguillo, José Luis Corral y Sánchez Adalid. Todo lo que he leído de él me ha gustado. Probablemente La ruta infinita sea la novela más "trabajada" y la que seguro le ha llevado más tiempo escribirla. La historia, aunque sea conocida, se las trae.


Quizás el prologo del libro tendría que haber comenzado con las primeras estrofas de la famosa canción de la Orquesta Mondragón, esa que dice: "Viaje con nosotros si quiere gozar. Viaje con nosotros a mil y un lugar............." Pocos viajes más largos que el que empezó Magallanes y terminó Elcano. Duró 3 años, lo consiguieron 18 personas o, quizás mejor dicho, 18 héroes de los 235 que salieron inicialmente y como todo el mundo sabe dió la vuelta al mundo por primera vez, aunque no fuese ese el objetivo inicial.


El libro tiene 2 partes. La primera consiste en las andanzas iniciales de Magallanes, en su Portugal natal y más tarde en España, para encontrar quien le financie su empresa. Curiosamente esta parte es la más extensa. El autor nos recrea con todo lujo de detalles las dificultades que tuvo para conseguir, sin lograrlo, quien le hiciera caso en Portugal y el posterior apoyo de Carlos I para iniciar la aventura bajo pabellón español. La segunda, obviamente, es el viaje que inició buscando una nueva ruta hacia las islas de las especias.


Delicioso el viaje, deliciosas las aventuras, "............y disfrute de todo al pasar, y disfrute de las hermosas historias que les vamos a contar".




¿CUÁNDO Y DÓNDE?

Primera vuelta al mundo a principios del siglo XVI.



No hay comentarios:

Publicar un comentario