27 de diciembre de 2017

LA CASA DE LA MEZQUITA



ARGUMENTO   

Durante generaciones, la poderosa familia de Aga Yan ha ocupado una posición privilegiada en la tranquila ciudad de Seneyán. Siguiendo una tradición secular, el clan habita un caserón de treinta y cinco habitaciones adosado a la mezquita, una enorme y animada colmena llena de abuelas, niños, sirvientes, comerciantes y santones. Por el edificio fluyen a toda velocidad historias fascinantes, y allí conviven el poder económico y el poder espiritual, la religión y la vida social, las pasiones y los rezos. Sin embargo, todo cambia en los años setenta, cuando la religión se convierte en arma política y pone fin a décadas de armonía. Los grupos de izquierdas contrarios a la occidentalización del país y los extremistas islámicos provocan la caída del sah, y el regreso del ayatolá Jomeini marcará drásticamente el destino de la familia. Epopeya familiar de marcado tono autobiográfico, en La casa de la mezquita confluyen la rica cultura persa con la vida cotidiana de los iraníes. Gente, arte, religión, sexo, literatura, cine, incluso el mundo de la radio y la televisión; el autor retrata, con el conocimiento que le otorga su experiencia personal, una sociedad islámica moderada, ligada a una sabia y fértil tradición milenaria y alejada de todo radicalismo.

COMENTARIO

En estos últimos meses he leído 3 libros parecidos sobre historias sucedidas en 2 países árabes fronterizos, Afganistán e Irán. Sobre Afganistán, Cometas en el cielo y Mil soles espléndidos, ambos de Khaled Hosseini y éste que me ocupa, sobre Irán, de Kader Abdolah. Muchos son los paralelismos, empezando porque los autores son naturales de los países indicados y que tuvieron que emigrar a otros países. El primero a EEUU y el segundo, Abdolah, a Holanda. Más paralelismos sobre las novelas: las guerras civiles con el trasfondo religioso, la involucración de EEUU, la radicalización islámica en que acaban, historias familiares trágicas, etc. 

La Casa de la Mezquita nos traslada al Irán del Sah Reza Pahleví y la posterior revolución islámica del Ayatola Jomeini. Nos ayuda a entender y recordar ese pasaje de la historia y también a comprender un mundo un poco extraño para un occidental, como es el mundo Árabe, donde la religión está presente en todos los actos de la vida.


Abdolah tiene la habilidad de meternos en la novela desde sus primeras páginas. Un buen libro debe tener una buena historia, bien situada en el tiempo, buenos personajes, un buen final y ,por supuesto, bien escrita. Todos estos ingredientes se encuentran en La Casa de la Mezquita, por eso el libro es realmente precioso y por eso lo considero altamente recomendable.


¿CUÁNDO Y DÓNDE?

Irán entre los años 1950 y 1980 aproximadamente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario