ARGUMENTO
Mantenerse en lo alto es mucho más difícil que llegar. Julia está en la cúspide de su poder, pero la traición y la división familiar amenazan con echarlo todo a perder. Para colmo de males, el médico Galeno diagnostica que la emperatriz padece lo que él, en griego, llama karkinos, y que los romanos, en latín, denominan cáncer. El enfrentamiento brutal entre sus dos hijos aboca la dinastía de Julia al colapso. En medio del dolor físico y moral que padece la augusta, cualquiera se hubiera rendido. Se acumulan tantos desastres que Julia siente que es como si luchara contra los dioses de Roma. Pero, en medio del caos, una historia de amor más fuerte que la muerte, una pasión capaz de superar pruebas imposibles emerge al rescate de Julia. Nada está perdido. La partida por el control del imperio continúa.
COMENTARIO
Me declaro admirador incondicional de Posteguillo. Vaya esto por delante para indicar, a quien pueda leer este comentario, que no soy nada imparcial. Hace ya un año que leí Yo Julia y estaba ansioso por leer el siguiente libro de la saga de lo que yo pensaba iba a ser una trilogía, como las anteriores de Escipión el Africano y Trajano, pero el autor ha sorprendido con su primera bilogía.
En la primera entrega Posteguillo ya nos demuestra la inteligencia y sagacidad de Julia que ayudó a su marido Severo en las luchas intestinas que mantuvo con múltiples pretendientes por el poder de Roma, hasta que consiguieron nombrarlo emperador. En este segundo libro de la bilogía, el autor da un paso más y no solo nos muestra lo ya acostumbrado en cualquier libro que trate sobre la historia de Roma, sino que lleva las intrigas al Olimpo, donde nos encontramos con dioses partidarios y detractores, desatándose una guerra en la que el dios supremo Júpiter tuvo que mediar.
Creo que el calificativo a otorgar sería de casi obra maestra, imprescindible para los amantes de la historia, donde los hechos fluyen a una velocidad de vértigo y sus casi 800 páginas se devoran con ansia. Diferente al resto de obras de Posteguillo, al incorporar a la historia principal otra paralela mitológica muy divertida a la par que instructiva.
¿CUÁNDO Y DÓNDE?
Durante el siglo II en los territorios dominados por el Imperio romano.
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